martes, 5 de marzo de 2013

Remordimientos


    A veces dudo un poco en la razón por la que tengo este espacio, este blog. A ver, se puede decir que escribir con intención “literaria” es para mí un hobby que me apasiona pero no tanto como otras cosas. De hecho, no le dedico demasiado tiempo. Pero encima, resulta que aquí hay publicadas, en realidad, pocas cosas de las que me sienta realmente orgullosa. En concreto, hay un par de relatos de los que me siento especialmente orgullosa y no los tengo aquí. Uno de ellos porque está en un ordenador olvidado y pendiente de retocar y el otro porque estoy intentando alimentar mi vanidad presentándolo en algún concurso.

    Pero el caso es que en estos momento, dedico mi atención a una historia (bueno, es un fic) que es realmente larga, no sólo un relato. Es la primera vez que me pasa, y, la verdad, estoy descubriendo un mundo de sensaciones nuevas.

    Y una de esas sensaciones es… ¡Remordimientos! Vamos a ver, he leído a Rowling, a Suzanne Collins, a Zafón,… un montón de novelas y escritores que han sido crueles al máximo haciendo sufrir lo indecible a sus personajes. Ya no sólo matando a nuestros favoritos, sino haciendo que les pasen cosas malísmas y… ¡supercrueles! ¡Y yo los odiaba por ello!

    Y ahora… miradme, haciendo sufrir a mi protagonista. Pero sufrir un montón, no creas. Vamos, ¡¡que acabo de quemarle las muñecas y dejárselas en carne viva!! ¡¿Pero qué clase de sádica soy?!

    Me siento fatal. Pero…

    … es que es tan fácil. Joder… ¡Es facilísimo! Yo me preguntaba, “Pero… Rowling… ¿cómo… co-cómo has podido hacerle eso a Fred? T.T” ¡Y ahora lo entiendo! ¡¡Es que es jodidamente fácil!!

    Me parece indignante. Esto no debería ser así.

    Pero bueno.

    Sólo quería decir que lo siento, y que en verdad no soy tan mala persona… creo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Proyecto Adictos Junio 2012: La doble imagen

Cuando empiezan los exámenes me pasa algo horrible que consiste en la paulatina pérdida de la capacidad lingüística, la imaginación e incluso la más básica lógica. Eso, unido a que no tengo tiempo, ha dado lugar a que, con todo, me sienta orgullosa de haber podido hacer un mínimo para no dejar a mi compañera sin su pareja.

Voilà

Ésta es la imagen: http://www.sxc.hu/photo/1115700
Éste es el texto de mi compañera: LIBERTAD

El club de los Cuchillos Cortos

Había un infiltrado. Todos lo sabían. No es que el Club de los Cuchillos Cortos fuera secreto o exclusivo. Pero sí que se pedía un mínimo de sentimiento y amor por las hojas cortas.
Éstas han sido siempre protagonistas en muchísimas leyendas. ¿Quién no ha oído alguna historia en la que la protagonista fuera una daga? Hay miles.

Había tres grupos de cuchillos cortos históricos: los que habían sido usados por mujeres como arma principal, los puñales utilizados por los traidores y esos secundarios que los héroes sacaban de no se sabía dónde en el último momento tras perder su espada o hacha o lo que fuera. Eran los primeros los más aclamados, pues eran tratadas como las armas principales, y no secundarias.

Pero había un infiltrado. Alguien había concedido una entrevista en el periódico local, a espaldas del club, ¡y había dicho...! Oh, es que hasta pensarlo resulta difícil... Había dicho... que la patrona del club era Juana de Arco... ¡Qué abominación, por Judith! Todos sabían que ella es la patrona del Club de Heroínas con Espada. ¡Espada larga! Qué indignación...

Paz, la delegada de defensa del club (en su vida ordinaria, abogada), se había encargado de realizar la investigación. A través del periódico no logró saber nada. Consiguió que le dijeran quién había sido el autor de la entrevista (que no venía indicado en el artículo), pero por mucho que le interrogó, no soltaba prenda.

Aun así, ella no pretendía rendirse. Siguió al periodista para tratar de saber dónde realizaba las entrevistas y así descubrió que había sido en Tasca Manolito, muy cerca de la sede del Club de Las Espadas Juglarescas (cuyo patrón era El Rey Arturo). Paz estuvo un rato preguntándole al dueño y lo único que pudo sacar es que se trataba de un hombre, pues hacía tiempo (unos dos meses) que no se entrevistaba a una mujer por allí. Algo era algo: ya había reducido la lista a la mitad. Pero aun así había muchos sospechosos:

Juan. Cuatro dagas de mango pesado para hacer malabares. Siempre había defendido que había que incluir  los chakram en el club (vaya tontería).
Carlos. Cuchillo jamonero. Todos sabía que una de sus ilusiones era tener una katana. Fuera o no fuera el culpable, no iría a durar mucho más en el club
Jose Manuel. Un cuchillo de cocina de veinte centímetros. Quería hacer creer que era un réplica exacta del que usó Judith par acabar con Holofernes (algo absurdo, ya que el mango tiene forma ergonómica).

Además de otros casos parecidos.

Así lo expuso Paz en la reunión general urgente. Las respuestas que recibió por parte de los acusados, además de ininteligibles por el alboroto que se formó, intentaban argumentar en contra de la investigación de la mujer. A tanto alcanzó el calor de las protestas que llegaron a las manos. A las armas, en realidad. Los cuchillos se movían a toda velocidad intentando alcanzar las partes más vulnerables de sus compañeros y sus portadores aplicaban toda la fuerza de la que eran capaces.

Pero llegó un momento en el que se cansaron y tuvieron que guardar sus cuchillos de plástico. Obviamente, nadie está tan loco como para juntar tal cantidad de objetos afilados en un mismo lugar, manejados por una clase de frikis bastante especial. Podrían hacerse daño.

=P



lunes, 26 de marzo de 2012

Proyecto de marzo: La frase

En el proyecto de este mes, me ha tocado hacer un relato que incluyera la frase sugerida por otro compañero de Adictos a la escritura. Me hacía mucha ilusión porque me resulta fácil hacer relatos si antes me dicen de qué tienen que ir. Jamás se me habría ocurrido que tendría tan mala suerte con la asignación de frases. PukitChan sijo ésta: "Yo no quería que las cosas sucedieran tan rápido". El problema es que hay dos cosas que nunca se leerán en lo que yo escriba y una de ellas es que las cosas sucedan deprisa. Así que me he pasado todo este tiempo dándole vueltas y vueltas y no se me ocurría nada. Inspiración no llegaba por ninguna parte. Miraba a todos los infinitos que me encontraba y no lograba tener una idea. Necesitaba al menos "algo" de lo que tirar para sacar un texto publicable. Y entonces pensé: ¿Dónde surgen las ideas más creativas?

Creo que algunos os sentiréis identificados.


Sólo de cuerpo presente

Ser una cabina telefónica no debe ser algo muy interesante. Lo más probable es que todas las conversaciones sean del tipo "Llegaré tarde", "Mande un taxi a...", "Acabo de terminar y ya voy para allá",...
No, no es un destino apetecible.


¿Y una almohada? Sí, las almohada seguro que escuchan frases mejores. Todas empezarían con un "¿Por qué?" sin respuesta y después se continuaría con frases poéticas y filosóficas. "¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Acaso el esfuerzo nunca es recompensado o es que el destino me impide tomar lo que quiero?", "¿Por qué ha tenido que ser así? Yo no quería que las cosas sucedieran tan rápido",... Aunque,... el peligro de ser regada con lágrimas no es muy atractivo. ¡Y esos apretujones desconsiderados! No, no, no.


Quizá... ¡el bolígrafo de un psicólogo! ¡Buah, eso sí que debe ser un show! Todos los días historias diferentes, cada una más surrealista que la anterior. Para no cansarse, vaya. No como mi boli, que el pobre...

—¿Cuánto te ha dado, Marta?

¿Eh? ¿Do... dónde...? ¿Qué clase es ésta? En la pizarra hay números.

—Dos tercios.

—Muy bien